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Diuréticos naturales para perder peso

Los diuréticos naturales se caracterizan por eliminar el exceso de líquidos en el cuerpo, lo que generalmente causa hinchazón y se relaciona con el exceso de peso de muchas personas. Pero la retención de líquidos no solo se relaciona con el sobrepeso, ya que también puede hablar de problemas circulatorios, trastornos renales, trastornos cardiacos, mal funcionamiento de la tiroides y trastornos hepáticos; por eso eliminar el exceso de líquido en el cuerpo no solo es bueno para lograr un buen peso, sino que también para cuidar la salud.

Las personas que tienen retención de líquidos, la mayor parte del día se sienten hinchadas, donde los diuréticos se transforman en una alternativa ideal para lidiar con este problema y con el exceso de peso; siendo ideal para agregarlos a la dieta que se esté siguiendo para perder peso.

Diuréticos naturales beneficios y propiedades

Los diuréticos naturales se encargan de eliminar el exceso de líquidos en zonas conflictivas como tobillos, vientre y muñecas. Cuando la acumulación de líquidos es grave, tiende a ocasionar problemas de salud, donde algunos órganos del cuerpo no funcionan bien, por eso es ideal conocer los beneficios y propiedades de los diuréticos, para tener una alternativa natural para combatir esta condición.

La sandía es sin duda una de los mejores diuréticos naturales, ya que posee una gran cantidad de agua, conteniendo además antioxidantes y licopenos que ayudan a combatir los radicales libres del organismo; donde la principal función de la sandía es que ensancha las venas gracias a sus aminoácidos, permitiendo que los líquidos fluyan mejor arrastrando de esta manera los líquidos que estaban retenidos en los tejidos. Además la sandía es alcalinizante, mineralizante y desintoxicante, removiendo toxinas del cuerpo y mejorando la función de los intestinos.

Otra opción natural para eliminar la retención de líquidos es el zumo de arándanos, el que tiene una gran capacidad para tratar infecciones urinarias al ser un potente diurético, que no quita el potasio del organismo cuando elimina el exceso de agua; destacando que el zumo de arándano, también es un potente antibiótico natural que ayuda a que la vejiga esté en buenas condiciones, siendo una opción ideal para personas con diabetes. Muchas veces hemos escuchado los beneficios del té verde y es que esta infusión es perfecta para combatir el sobrepeso y eliminar líquidos acumulados, esto porque a través de la orina se elimina la grasa; donde lo ideal es beber como máximo 4 tazas de té verde al día por su contenido de cafeína.

La avena es otro de los diuréticos naturales que son recomendados para bajar de peso, ya que además de ser un alimento perfecto para el desayuno por su aporte de energía y por saciar el hambre; también contiene sílice, compuesto que mejora su efecto diurético. Otros diuréticos que se pueden utilizar para eliminar la retención de líquidos son la remolacha, perejil, apio, lechuga y uva y piña; alimentos que se pueden comer directamente crudas en el caso de las frutas, cocidas en el caso de las hortalizas o como zumos naturales.

Consejos para eliminar la retención de líquidos

Uno de los mejores diuréticos naturales para eliminar la retención de líquidos y combatir el sobrepeso, es el agua, líquido que debe ser parte de nuestra vida cotidiana siempre, bebiendo como mínimo 2 litros de agua diariamente; manteniendo el cuerpo depurado y eliminando impurezas que causan la retención. Además se recomienda realizar actividades físicas que mejoren la circulación de la sangre como andar en bicicleta, caminar o bailar.

Se debe reducir el consumo de sal y una forma de reemplazar la sal es prefiriendo condimentos y hierbas aromáticas, donde las comidas ricas en azúcares también deben ser limitadas. El descanso es esencial para evitar la retención de líquidos, donde las piernas serán las más beneficiadas a la hora de descansar lo suficiente por las noches, teniendo un sueño reparador de 7 a 8 horas.

Las persona que trabajan la mayor parte del día sentadas, deben levantarse cada una hora para dar un pequeño paseo por la oficina y así estimular la circulación sanguínea. Sin dejar de mencionar que no se deben utilizar zapatos muy ajustados, ni calcetines o ropa muy apretada, siendo hábitos simples y básicos que pueden ayudar a combatir la retención de líquidos; disminuyendo la hinchazón del cuerpo y los malestares generales de un exceso de líquidos en el organismo.

Combatir el estrés con infusiones naturales

Se puede combatir el estrés con infusiones de origen natural, lo que es muy útil, ya que las exigencias de la vida cotidiana donde el trabajo y los estudios ocasionan estados de nerviosismo y tensión, terminan afectando la calidad de vida de las personas. El estrés puede provocar insomnio, dolores de cabeza, ansiedad y trastornos estomacales, síntomas que pueden ser reducidos gracias a infusiones con hierbas naturales que relajan el cuerpo y alivian de manera natural estas molestias.

Las infusiones anti estrés no tienen efectos secundarios, por eso su utilización es siempre recomendada cuando se tienen cuadros intensos de estrés y los malestares se hacen frecuentes.

Combatir el estrés con infusiones preparadas en casa

Manzanilla; siempre que se quiera combatir el estrés con infusiones, se debe recurrir a la manzanilla, ya que es una hierba que trata desórdenes nerviosos como el insomnio y la ansiedad, además de problemas digestivos. Para preparar una infusión de manzanilla, se puede agregar a una taza de agua hirviendo una bolsa de té de manzanilla u hojas secas de manzanilla, dejando reposar durante 5 minutos para luego beber dos veces al día.

Valeriana; este es un remedio popular para el estrés que trata la ansiedad y problemas del sueño, ya que la valeriana estimula ciertas sustancias del cerebro que se encargan de disminuir el nerviosismo. Una infusión de valeriana es un excelente sedante para aliviar dolores, combatir la fatiga y lograr una armonía en la mente y el cuerpo. Para esta infusión se necesita una taza de agua hirviendo, hierbas secas de valeriana y raíz de valeriana, se colocan los ingredientes en el agua hirviendo y se deja reposar durante 5 minutos pudiendo endulzar la infusión con miel a gusto, para beberla una o dos veces al día.

Romero; esta es una hierba que relaja el cuerpo y la mente, ya que actúa como un relajante muscular, reduce las tensiones y relaja la mente. Se puede combatir el estrés con infusiones de romero, si se bebe durante la tarde; donde para esto se necesita una taza de agua hirviendo y dos cucharaditas de hierba seca de romero.

Eneldo; uno de los síntomas del estrés que son más desagradables, son las molestias estomacales y esta hierva al relajar el sistema digestivo y aliviar los dolores, se transforma en una hierba ideal cuando se presenta dolor de estómago producto del estrés. Para preparar una infusión de eneldo, se necesita una taza de agua hirviendo y do cucharaditas de eneldo, se agrega la hierba al gua y se deja reposar durante 5 minutos, pudiendo endulzar la infusión con miel en el caso de que sea necesario, bebiendo tres veces al día esta preparación.

Verbena; esta hierba alivia la ansiedad y fortalece el sistema digestivo, teniendo un gran poder sedante para los nervios, ayudando de paso a la digestión, pudiendo combatir el estrés con infusiones de verbena, si se bebe esta preparación dos veces al día. Para esta infusión se necesita una taza de agua hirviendo y dos cucharadas de hierba seca de verbena, se deja reposar durante 3 minutos esta preparación y se bebe una vez al día hasta sentir mejoras.

Consejos para combatir el estrés

Se puede combatir el estrés con infusiones naturales, que relajan el cuerpo y calman la ansiedad, pero también se deben seguir algunas prácticas para combatir los molestos síntomas del estrés como; respirar profundamente cuando se viva una situación complicada o que genere tensión. Esto se debe realizar las veces que sea necesario, hasta que el cuerpo se sienta más tranquilo.

La actividad física también ayuda a combatir el estrés, esto porque aclara la mente y elimina las hormonas del estrés, como es el caso del cortisol; liberando a cambio endorfinas que nos hacen sentir mejor. Los masajes también ayudan a disminuir los síntomas del estrés y una forma de lograrlo, es calentando en un recipiente dos cucharadas de aceite de almendras y 20 gotas de aceite esencial de canela, retirando del fuego y luego dando suaves masajes detrás del cuello, liberando energía y estabilizando el estado de ánimo.

Organizar el tiempo es otra alternativa para lidiar con el estrés, para esto se deben establecer prioridades para las cosas que se deben hacer inmediatamente y dejando para otra ocasión las que no son tan importantes; esto ayudará a utilizar de mejor forma el tiempo y a cambiar la actitud a la hora de enfrentar un nuevo día de trabajo.

Día de San Valentín: ¿Cuál es el origen de la celebración?

Cada 14 de febrero se celebra en todo el mundo el Día de San Valentin, pero pocos conocen la verdadera historia detrás de esta fecha.

Hoy, como cada 14 de febrero, se celebra en todo el mundo el Día de San Valentín. Mientras que para algunos es un día dedicado al amor y la amistad, para otros es un invento del mercado para sacar dinero a la gente. Lo que sí es cierto es que existen oscuras historias detrás de esta fecha.

El origen de la celebración se remonta a un misterioso santo del siglo III que sufrió una muerte trágica, destino que fue luego maquillado con motivos románticos.

El Día de San Valentín fue establecido en el calendario litúrgico por el papa Gelasio I en el año 496 d.C. Aquí existe ciertas discrepancias entre los historiadores, puesto que no se sabe con certeza si es que en esta fecha se celebraba el festival pagano de Lupercalia, cuyos orígenes se remontan a la antigua Roma.

En este evento, que duraba 3 días (13, 14 y 15 de febrero), los varones jóvenes se desnudaban y usaban látigos hechos con piel de perro o cabra para azotar a las mujeres, esto con el objetivo de mejorar su fertilidad.

Posteriormente el Día de San Valentín fue relacionado a la Iglesia Católica. Según sus documentos, durante el siglo III existieron al menos tres santos mártires con este nombre, quienes fueron ejecutados por el emperador Claudio II un 14 de febrero.

El primero fue un médico que se volvió sacerdote y comenzó, en secreto, a dar matrimonio a parejas jóvenes que no podían unirse debido a una orden del emperador, que creía firmemente en que los varones solteros estaban mejor preparados para la guerra.

El segundo es el Obispo de Terni, ciudad en la que aún se conservan sus restos y cada 14 de febrero se celebra un festival en su honor.

Finalmente, del tercero no se tienen muchos datos, sólo que fue un mártir de una provincia romana de África.

Lógicamente la tradición del Día de San Valentín apunta al primero, del que se tienen cuatro versiones sobre su muerte: la primera indica que fue decapitado por orden de Claudio II; la segunda dice que se enamoró de la hija del carcelero y antes de ser ejecutado le envió una carta con la firma ‘de tu Valentín’; la tercera afirma que curó a la hija del carcelero de ceguera y ella plantó un árbol en su honor; mientras que la cuarta asegura que fue ejecutado por negarse a abandonar su religión.

LO CONTRARIO DE LA POBREZA

DOMINGO 31 DE JULIO DEL 2016 | 10:00

Editorial: Lo contrario de pobreza

‘Riqueza’ tiene que dejar de ser una mala palabra en el vocabulario político del país.

                   

El discurso inaugural de Pedro Pablo Kuczynski al asumir la presidencia ha supuesto ruptura y novedad respecto de los mensajes de sus predecesores en esa misma circunstancia, en más de un sentido. No solo ha privilegiado el planteamiento de una visión del Perú sobre la enumeración de cifras, sino que algunos de los valores implícitos en esa visión marcan también un contraste con los usualmente enarbolados por quienes se aprestan a tomar las riendas del país.

En particular, resulta saludable el énfasis –discreto, pero énfasis al fin– que colocó en la necesidad de resolver las carencias de los más pobres a través del incremento de su capacidad adquisitiva y no mediante la disminución de la riqueza de otros (lo que, como sabemos por repetida experiencia propia, no soluciona cosa alguna y solo se traduce en más carencias). En el discurso político nacional se da por sentado generalmente que la desigualdad en los recursos económicos de los que cada quien dispone es mala en sí misma y que bien valdría la pena liquidarla, aunque fuese por la vía del empobrecimiento de todos: una concepción perniciosa que se nutre por igual del prejuicio de que la riqueza es una torta de tamaño fijo que solo cabe redistribuir (y no ampliar), y de la ‘beatificación’ de la pobreza como un estado moralmente superior. Sobre todo en la izquierda –pero no solamente en ella– la aspiración de bienestar económico es considerada una apetencia turbia y la palabra ‘riqueza’, un término a evitar en la comunicación con los ciudadanos.

Es por ello que encontramos positivo que el presidente Kuczynski haya incluido en su discurso ante el Congreso reflexiones que apuntan en un sentido contrario a esas nociones.

“¿Qué significa ser un país moderno? Significa que las desigualdades entre los más pobres y los más ricos deben resolverse levantando el ingreso de los más pobres”, dijo, por ejemplo, en un momento. Y en seguida asoció ese cometido con la propuesta de “poner más dinero en el bolsillo de los peruanos”: los pobres, los no tan pobres y los ricos, se entiende. Máxime si eso se pretende lograr gracias a una reducción en la carga impositiva (de hecho, la expresión ‘dejar más dinero en los bolsillos de los peruanos’ habría sido preferible, pues ‘poner’ hace pensar en políticas keynesianas con la amenaza inflacionaria que estas entrañan).

El nuevo mandatario se comprometió también a que “nadie que ha salido de la pobreza vuelva a ella” y dejó en claro que, aunque continuará y mejorará los denominados ‘programas sociales’, no es a través de ellos que se alcanzará tal objetivo, sino mediante el desarrollo productivo. A ese fin, precisamente, tienen que estar enderezados los esfuerzos que ha anunciado en lo que concierne a “destrabar en los próximos seis meses” los proyectos “atascados en problemas burocráticos” y “eliminar los múltiples obstáculos a la inversión privada, a la cual el Perú recibe y espera con los brazos abiertos”, así como el de buscar “la complementariedad del sector privado con el público” para abrir a todos los peruanos “el acceso a servicios esenciales que hoy son escasos o inexistentes”. Una sentencia que remite a la provisión de salud y educación, pero también a la de infraestructura.

Todas estas intenciones tienen que verse reflejadas, por cierto, en medidas concretas, de las que supuestamente se ocupará el primer ministro Fernando Zavala en su próxima presentación ante el Parlamento. Pero su inclusión en la visión de país del nuevo inquilino de Palacio de Gobierno permite un moderado optimismo con respecto a un cambio en la forma de concebir la riqueza desde la perspectiva de los responsables de administrar el poder y de quienes aspiran a hacerlo en un futuro. Una esperanza, en suma, de que mencionarla deje de ser el equivalente a usar una mala palabra en el vocabulario político del país, una idea oprobiosa a la que solo es tolerable aludir mediante fórmulas retóricas como la que ensayamos en el título de este editorial